Historia del coche eléctrico
El coche eléctrico fue el primer vehículo 7 motorizado que se desarrolló, al punto de que existieron antes de que se inventara el motor de gasolina o el diesel ( Benz y Diesel). Entre los años 1832 y 1839 (el año exacto no se sabe), el escocés Robert Anderson inventó el primer vehículo eléctrico puro. Estos coches gozaron de una gran popularidad manejo (no necesitaba caja de cambios) y lo limpio y agradable que resultaba, al no hacer casi ruido. Los coches actuales tienen potencias que rondan los 100 cv. Sin duda que esto es un despilfarro de energía, ya que en el tráfico urbano, y en los traslados en cortas distancias, no se llegan a usar ni 20 cv. El problema es que si se construye el motor con tan solo 20 cv., en los pocos momentos que se necesita más potencia (un adelantamiento, una gran cuesta), no se los tiene.
El motor eléctrico.
Su invención se remonta a mediados del siglo XIX, y nuestra vida cotidiana está repleta de ellos. Los tenemos en todos los electrodomésticos de nuestras casas (lavadora, secadora, secador de pelo, batidora, nevera, ventilador, etc.) Y como bien podemos apreciar, no requieren ningún tipo de mantenimiento de nuestra parte. Así como hablábamos de la ineficiencia del motor de combustión (apenas pasa del 20%), en el motor eléctrico la eficiencia supera el 90%. Esto quiere decir que menos del 10% de la energía consumida, se pierde. Además de ser una máquina tremendamente simple, ya que consta de solamente dos partes (rotor y estator), y donde solo una se mueve. Pero además, entre ellas no hay rozamiento ni fricción alguna, ya que no se tocan. Es tal la eficiencia del motor eléctrico, que equivaldría a que un coche de gasolina recorriese más de 50 kms con un litro!!. Yen lo referente a la potencia, debido a que tiene un par motor mucho más alto desde su primera vuelta, no se necesitan potencias tan grandes. Además, el motor eléctrico puede duplicar su potencia por espacios breves de tiempo; algo que un motor de combustión no puede.